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La Clínica IMQ-Zorrotzaurre, primer centro de España que audita externamente sus datos clínicos en cirugía cardiaca

21.01.2015

La Clínica IMQ-Zorrotzaurre, primer centro de España que audita externamente sus datos clínicos en cirugía cardiaca

El doctor Enrique Castellanos, del servicio de Cirugía Cardiovascular de la Clínica IMQ Zorrotzaurre de Bilbao, se ha convertido en el primer médico de España que verifica externamente sus datos clínicos por AENOR.

La clínica obtiene, así, el primer certificado de conformidad que concede la certificadora en esta materia. Los datos muestran que la mortalidad global recogida en sus operaciones en las clínicas de IMQ, desde el 1 de enero de 2000 al 1 de julio de 2014, es de 5,9%, frente al 7,7% de mortalidad esperada del Sistema Europeo de Evaluación Operativa del Riesgo Cardiaco (EuroSCORE I).


Asimismo, según ha declarado el doctor Castellanos, “los resultados expuestos en cuanto a mortalidad y complicaciones relevantes son satisfactorios y equiparables a los recogidos en los informes de la Sociedad Europea de Cirugía Cardiotorácica (2010) y del Proyecto Español de Calidad de Cirugía Cardiaca en el Adulto (realizado en 2013 por 14 hospitales españoles, varios de ellos, públicos)”.

Certificación de la recogida de datos y de los resultados derivados de éstos

En el año 2000, el doctor Castellanos empezó en IMQ el trabajo con la base de datos SICCS, que es la más empleada en los hospitales españoles, públicos y privados. En esta base de datos se introducen los datos del paciente (datos personales, datos perioperatorios clínicos, pruebas diagnósticas, datos quirúrgicos, del postoperatorio, etc.).

Después, esta base de datos, conforme a la información que se le ha introducido, “es capaz de elaborar el riesgo de cada paciente en función del Sistema Europeo de Evaluación Operativa del Riesgo Cardiaco (EuroSCORE I). De este modo, se pueden comparar los resultados reales de las cirugías practicadas con el índice de riesgo que plantea una herramienta independiente y consensuada en Europa, como es el EuroSCORE I”.

Tal y como destaca la médica y auditora de AENOR, Marta Serrano, “nuestra entidad certificó, en la primera fase de la auditoría, la autenticidad de los datos contenidos en la base de datos SICCS”. Una vez pasada esta primera fase, la entidad verificó “los resultados extraídos de la base de datos en cuanto a mortalidad hospitalaria, mortalidad hospitalaria por diferentes patologías y complicaciones como infarto agudo de miocardio perioperatorio, necesidad de implante definitivo de marcapasos, accidentes cerebrovasculares perioperatorios, insuficiencia renal aguda con hemofiltración y reintervenciones por sangrado, dehiscencia esternal y mediastinitis”.

Resultados

De las 593 intervenciones de cirugía cardiovascular recogidas en la base de datos SICCS desde el 1 de enero de 2000 al 1 de julio de 2014, se constata que la mortalidad global de sus operaciones en IMQ es de 5,9%, frente al 7,7% de mortalidad esperada del Sistema Europeo de Evaluación Operativa del Riesgo Cardiaco (EuroSCORE I).

La mortalidad en cirugía valvular aórtica fue el 3,18%, cinco puntos por debajo de la esperada según el EuroSCORE I (un 8,1%). En este grupo de intervenciones, destacan los buenos resultados obtenidos con los pacientes octogenarios con patología valvular aórtica y altas tasas de riesgo. Aquí, “hemos constatado que el recambio valvular quirúrgico obtiene unos excelentes resultados. Gracias a ello, hemos obtenido un índice de mortalidad en este subgrupo de edad, del 4,05%, frente al 11,39% de mortalidad esperada por el EuroSCORE I”, ha indicado el doctor Castellanos.

Si se observan los resultados para el mismo tipo de paciente, octogenario, pero intervenido además de bypass coronario “son sensiblemente más bajos (un 3,03% de mortalidad) que los recogidos no sólo en el EuroSCORE I (8,46%) sino también en los informes de la Sociedad Europea de Cirugía Cardiotorácica (5,50%) y del Proyecto Español de Calidad de Cirugía Cardiaca en el Adulto (11,2%)”.

La mortalidad en cirugía de aorta en IMQ fue del 7,14%, frente a una mortalidad esperada por el EuroSCORE I de 11,18%, lo que supone una mortalidad 4,04 puntos inferior. Por su parte, la mortalidad obtenida en las operaciones de cirugía valvular mitral fue del 6,09%, más de tres puntos por debajo de la mortalidad esperada (9,78%).

Los resultados reales en cirugía bivalvular mitroaórtica, con o sin reparación de la válvula tricúspide, fueron iguales a los esperados (10,25% frente a 10,05%). Sólo la mortalidad en cirugía coronaria supera levemente, un 0,36%, la mortalidad esperada por EuroSCORE I.

En cuanto a las complicaciones, sólo un 1,53% de los pacientes precisó un implante definitivo de marcapasos por bloqueo auriculoventricular. La tasa de infarto perioperatorio fue realmente baja: un 0,68%. La reintervención por taponamiento se efectuó en el 0,51% de los casos y las reintervenciones por sangrado se han reducido en las intervenciones realizadas en la Clínica IMQ Zorrotzaurre hasta el 2,2%. La incidencia de accidentes cardiovasculares (ictus) perioperatorios con déficit permanente fue del 1%. El 3,91% de los pacientes precisaron hemofiltración en el posoperatorio y las reintervenciones por mediastinitis y por dehiscencia esternal se mantuvieron en el 0,34%.

RESULTADOS Mortalidad esperada por EUROSCORE I Mortalidad obtenida IMQ Variación
Mortalidad global 7,7% 15,9% -1,8
Mortalidad en cirugía valvular aórtica 8,1% 3,18% -4,92
- Pacientes octogenarios con altas tasas de riesgo 11,39% 4,05% -7,34
- Pacientes octogenarios con bypass coronario 8,46% 3,03% -5,43
Mortalidad en cirugía de aorta 11,18% 7,14% -4,04
Cirugía valvular mitral 9,78% 6,09% -3,69
Mortalidad en cirugía coronaria 2,95% 3,31% +0,36
Cirugía bivalvular mitroaórtica, con o sin reparación de la válvula tricúspide 10,05% 10,25% +0,20

Conclusiones

Tal y como señala el cirujano cardiovascular de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, “los resultados en cuanto a mortalidad y a complicaciones relevantes son buenos y nos sitúan al mismo nivel o incluso mejor, que los realizados en estudios del ámbito nacional y europeo”.

Para el experto, “nuestros datos avalan nuestra eficacia y eficiencia en la cirugía cardiovascular realizada en la medicina privada. Para nosotros, la verificación de la recogida de datos y de resultados es un ejercicio de transparencia y un índice de calidad. De hecho, teniendo en cuenta la sencillez y reproductibilidad de la auditoría, creemos que debería estar contemplada en todos los centros que realizan cirugía cardiaca, debido al alto riesgo de estos procedimientos y el consiguiente costo económico de los mismos”.

A partir de 2015, la Clínica IMQ Zorrotzaurre va a realizar anualmente la auditoría de los pacientes intervenidos en cirugía cardiaca, habilitando en su página web (www.clinicaimqzorrotzaurre.es) los datos completos de dichas auditorías.

Gestión sanitaria

La auditoría externa de los resultados clínicos abre la puerta a una revolución en la gestión sanitaria, “ya que ahora se puede saber los resultados de un servicio con absoluta credibilidad, lo que, unido a una correcta estratificación del paciente, permite una planificación más eficiente en base a criterios objetivos de eficacia y costes”.