Según la Fundación del Cerebro, hasta dos mil personas podrían sufrir cefalea en racimos en Euskadi

18.04.2018

• De ellos, entre un 75% y un 80% son hombres.
• La patología suele debutar antes de los 40 años de edad y tiene un gran impacto no sólo en la salud sino también en la economía de los pacientes, a los que en bastantes ocasiones les impide seguir desarrollando su actividad laboral normal.
• La cefalea en racimos se caracteriza por episodios de dolor unilateral muy intenso, centrado en el ojo o detrás del ojo, y se suele acompañar de rinorrea, cambios de la coloración de la piel o enrojecimiento ocular o cambios en la pupila, todo ello, del mismo lado que el dolor.

Mañana, jueves, 19 de abril, se celebra el Día Nacional de la Cefalea. Dentro de este problema de salud se encuentran la migraña, la cefalea tensional y la cefalea en racimos, por orden de prevalencia. Según algunos estudios epidemiológicos difundidos por la Fundación del Cerebro, se estima que la cefalea en racimos puede tener una prevalencia de 1 caso por cada 1.000 o 2.000 personas, lo que supondría una cifra entre mil y dos mil personas afectadas en Euskadi.

Tal y como señala el doctor Alfredo Rodríguez-Antigüedad, neurólogo del Igualatorio Médico Quirúrgico (IMQ), la cefalea en racimos es más prevalente en varones, “llegando a entre tres y cuatro casos de pacientes varones por cada paciente femenina”.

Según describe, “la cefalea en racimos se caracteriza por episodios de dolor unilateral muy intenso, centrado en el ojo o detrás del ojo, y se suele acompañar de congestión nasal, rinorrea, cambios de la coloración de la piel o enrojecimiento ocular o cambios en la pupila, todo ello, del mismo lado que el dolor”.

Los episodios de dolor “suelen durar entre 15 y 180 minutos, y se presentan diariamente durante periodos de entre 6 y 12 semanas, con una frecuencia diaria de una o más veces (de aquí el nombre de ‘en racimos’)”. La patología suele presentarse antes de los 40 años de edad.

Infradiagnóstico

Según declara el neurólogo de IMQ, “el diagnóstico para un especialista no es complejo y existen diversas estrategias con medicamentos ya clásicos para cortar estas cefaleas”, entre las que cita, a modo de ejemplo, el oxígeno, así como la posibilidad de actuar de modo preventivo para evitar, retrasar o atenuar su aparición.

A pesar de las posibilidades diagnósticas, un estudio de la Fundación del Cerebro y la Sociedad Española de Neurología ha puesto de manifiesto que sólo uno de cada cinco pacientes con cefalea en racimos recibe un diagnóstico acertado desde el inicio. Además, un 42% de estos pacientes presenta, según el citado informe, una demora diagnóstica de cinco años o más.

El Dr. Alfredo Rodríguez Antigüedad insiste en la conveniencia de “consultar con el médico especialista ante la aparición de los síntomas que sugieran este tipo de cefalea”.

Costes y consecuencias laborales

El doctor Rodríguez-Antigüedad advierte igualmente de que las cefaleas primarias “impactan de manera muy notable en la calidad de vida de los pacientes, y pueden interferir en su vida laboral”. Según explica el neurólogo de IMQ, “es bastante notable el número de personas que padecen cefalea en racimos y ello les impide en ocasiones continuar normalmente con su actividad laboral. Esto determina, además, un elevado impacto socieconómico y laboral”.

El experto de IMQ saca también a colación un estudio fármaco-económico realizado en Alemania en 2011, en el que se estimó que la cefalea en racimos representaba un coste (costes directos e indirectos) de 6.000 euros cada seis meses.

Por otra parte, según se indica en el informe de la Fundación del Cerebro, hasta un 36% de los pacientes con cefalea en racimos asegura haber abandonado su actividad laboral a causa de esta patología. E, igualmente, otro 32% de este grupo de pacientes ha tenido que reducir su actividad laboral, al menos, a la mitad, también según el informe.

Este año, la Alianza Europea de la Cefalea (European Headache Alliance) ha centrado también su jornada anual de sensibilización en la cefalea en racimos, haciendo hincapié en el control del dolor en esta patología.