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Los avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer han multiplicado por dos la supervivencia a largo plazo de los pacientes en los últimos 40 años

02.02.2022

Los avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer han multiplicado por dos la supervivencia a largo plazo de los pacientes en los últimos 40 años
  • El diagnóstico molecular para determinar cada subtipo de cáncer, junto con diversas innovaciones en el tratamiento farmacológico, han abierto la puerta a tratamientos más eficaces y con menor toxicidad.
  • En los avances en el tratamiento del cáncer también destaca el desarrollo de la radioterapia, que recibe el 60% de los pacientes con cáncer.
  • Según la OMS, entre el 30 y el 50% de los cánceres se pueden prevenir adoptando hábitos de vida saludables.

En un contexto que prevé un aumento de los casos de cáncer en todo el mundo para los próximos años ligado en gran medida al envejecimiento de la población, el Dr. Ricardo Fernández, especialista del Instituto Oncológico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre, en el marco del Día Mundial contra el Cáncer (4 de febrero), pone de relieve un dato que llama a la esperanza: «el diagnóstico precoz y los avances en el tratamiento, incluyendo los tratamientos médicos y radioterápicos, han conseguido multiplicar por dos la supervivencia de estos pacientes en los últimos cuarenta años».

Tal y como destaca el oncólogo, «en IMQ tenemos la posibilidad de realizar estudios moleculares profundos a los tumores de los pacientes o, incluso, estudios moleculares en sangre, denominados ‘biopsia líquida’». El diagnóstico molecular preciso ha mejorado de forma «muy significativa» las expectativas de tratamiento, «porque permite dirigirlo de forma mucho más exacta y concreta. Dentro de cada tipo de cáncer hay distintos subtipos, con unas características propias y específicas, que nosotros sabemos encontrar. En base a ellas, se dirige el tratamiento».

Gracias a ello, «ahora existen algunos tratamientos que no precisan de quimioterapia, y en los que se emplean otros abordajes, más efectivos y menos tóxicos, con otro tipo de moléculas que van dirigidas a un fallo genético específico y hacen que la efectividad del tratamiento sea mejor», indica el Dr. Fernández.

Según explica este especialista de IMQ, «el tratamiento farmacológico ya no se limita a la quimioterapia o la hormonoterapia. Existen otros dirigidos a dianas moleculares específicas, lo que se llama ‘terapia dirigida’, que son en muchos casos medicaciones orales. Con una pastilla al día somos capaces de tratar, por ejemplo, cánceres de pulmón durante varios años, incluso, en etapas metastásicas».

Igual que hay terapias dirigidas en medicación oral, «existen anticuerpos monoclonales administrados de forma intravenosa y, últimamente, incluso, de manera subcutánea, que son muy efectivos y específicos de cada tipo de tumor, además, de también menos tóxicos. La quimioterapia todavía sigue siendo una parte importante del tratamiento y muchos pacientes la van a recibir, pero los anticuerpos monoclonales para moléculas en la superficie de las células tumorales hacen que los efectos sean mucho mejores», valora el Dr. Ricardo Fernández.

Además, estos anticuerpos monoclonales se pueden unir a quimioterapia específica. «En estos casos, el anticuerpo monoclonal, que va unido a una quimioterapia, se fija en la superficie de la célula tumoral, pasa a su interior y, dentro de la propia célula, libera el medicamento quimioterápico. De esta manera, el fármaco mata a la célula desde dentro y no tiene toxicidad general en el cuerpo. Es un avance que, progresivamente, vaya aumentando la disponibilidad de fármacos con estas características».

En paralelo, «ya se dispone de medicamentos inmunoterápicos, cuya función es estimular a nuestras defensas para que reconozcan como extraños a los tumores y sean nuestras propias defensas las que maten el cáncer. Es otro avance muy importante, fruto de investigaciones recientes, en las que, en alguna de ellas, hemos participado desde IMQ».

Radioterapia: fotones que curan

La complejidad del cáncer es enorme. Según pone de manifiesto la Dra. Clara Eíto, responsable del área de Oncología Radioterápica del Instituto Oncológico IMQ, «el cáncer es un grupo de más de 200 enfermedades distintas y con propiedades biológicas muy diferentes. Frente a ellas, la radioterapia es un elemento de gran importancia en el tratamiento integral de los pacientes. Empleada en exclusiva o de manera coordinada con otros tipos de tratamiento, permite curar o controlar numerosos tipos de cáncer, mejorando la supervivencia de los pacientes. Además, es una de las tecnologías sanitarias que más han avanzado en los últimos años, lo que nos ha permitido lograr una conformación milimétrica del área a tratar, protegiendo al máximo las zonas sanas aledañas al tumor».

«Se estima que la radioterapia se emplea en el 60% de los tratamientos de pacientes con cáncer y que en un porcentaje muy importante, ese tratamiento va a ser curativo. Si se tiene en cuenta que, cada año, en España, la incidencia de cáncer es de 680 casos por cada 100.000 varones y de 430 casos por cada 100.000 mujeres, nos da una idea de la importancia que ostenta esta tecnología sanitaria en la lucha frente al cáncer», pone de relieve la especialista.

La radioterapia es un tratamiento local en el que usa la administración de fotones con máquinas denominadas aceleradores lineales y cuya acción persigue la eliminación de las células tumorales que hayan podido quedar después de un tratamiento quirúrgico o cuando el paciente acaba de ser diagnosticado. En los casos en los que no se persigue la curación como el objetivo del tratamiento, la radioterapia se puede usar para aliviar los síntomas, paliar determinadas situaciones y mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes.

La oncología radioterápica es una de las especialidades que más se han desarrollado en los últimos 20 años. «Gracias al desarrollo tecnológico con el que contamos, hoy podemos hacer tratamientos de radioterapia muy precisos, milimétricos, con apenas efectos secundarios y una alta efectividad. También hemos conseguido disminuir el número de sesiones para reducir el tiempo de tratamiento y llevarlo a cabo de una forma completa en un menor tiempo, mejorando también la comodidad y calidad de vida del paciente».

Hoy, en el área de Oncología Radioterápica de IMQ «estamos llevando a cabo tratamientos en cinco, tres o, incluso, una única sesión. Son tratamientos que se llaman hipofraccionados, en los que se aplica una alta dosis de irradiación y que dan como resultado una alta probabilidad de curación. Contamos con datos objetivables, que llevamos desarrollando desde hace varios años, con una excelente tolerancia y una muy buena calidad de vida para los pacientes. Por ejemplo, para determinados cánceres de mama, estamos implementando tratamientos de cinco sesiones, con lo que la paciente, en una sola semana ve terminado su tratamiento».

La Dra. Eíto pone también de relieve que la Clínica IMQ Zorrotzaurre «cuenta con una Unidad Asistencial Integral para el diagnóstico y el tratamiento del cáncer de más de 1.300 m2, equipamiento de última generación (dos aceleradores lineales gemelos, PET-TAC, gammacámara, cirugía robótica con Da Vinci, etc.), hospital de día oncológico, habitaciones individuales para pacientes, farmacia oncológica, servicios de apoyo psicológico y nutricional y hospitalización a domicilio, entre otros, además de contar con un cuadro profesional multidisciplinar altamente especializado y diversos programas de humanización asistencial».

Mortalidad de cáncer en Euskadi

Los tumores, con el 26% de los casos, fueron en 2020 la primera causa de muerte entre la población vasca. Las cuatro localizaciones más frecuentes del cáncer en Euskadi son el colon-recto que es también la más numerosa midiendo la incidencia conjunta en ambos sexos, el cáncer de mama (localización más frecuente en las mujeres), el de próstata (la más frecuente en hombres), y el de pulmón.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 30% y el 50% de los cánceres se pueden prevenir adoptando hábitos de vida saludables. Alrededor de un tercio de las muertes, según este organismo, se deben al consumo de tabaco, a un elevado índice de masa corporal, al consumo de alcohol, a una baja ingesta de frutas y verduras y a la falta de actividad física. Realizar un diagnóstico precoz y evitar retrasos mejora notablemente el tratamiento y la vida de los pacientes.