El País Vasco ostenta una dilatada y sólida trayectoria en el campo de los seguros sanitarios privados. No en vano, fue cuna de la primera aseguradora médica privada que existió en España, el Igualatorio Médico Quirúrgico y de Especialidades (IMQ), cuya fundación constituyó entonces todo un hito, por introducir un novedoso modelo asistencial que abriría el acceso a la cirugía y la asistencia médica para amplios segmentos de la población en un periodo en el que aún no existía un sistema de salud público ni universal.

Líder desde su origen en la provisión de servicios médicos en Euskadi por cuota de mercado, número de pólizas y de asegurados, IMQ ha asentado y fortalecido a lo largo de los años un modelo singular basado, entre otros factores, en la especial relación que se establece entre el médico, a menudo también accionista de la compañía, y el paciente. Una relación cimentada en la confianza, la transparencia, la calidad, la profesionalidad y el trato personalizado y cercano.

Dentro de ese modelo la medicina de familia ha tenido desde el nacimiento de IMQ un papel protagonista como puerta de entrada al sistema, siendo, además, la única compañía del sector que situó y mantiene esta figura como base de su modelo de atención. Un servicio único que aporta visión global del paciente, proximidad y el asesoramiento personalizado que cada paciente requiere, lo que genera importantes beneficios para la gestión de su salud.

Son también parte de sus rasgos distintivos la posibilidad de elegir entre el cuadro médico y la red de centros privados más amplios, tanto en Euskadi como fuera de ella, el equipamiento tecnológico y terapéutico puntero de sus instalaciones, el ágil acceso a pruebas diagnósticas, intervenciones, hospitalización y tratamientos, así como una fórmula única de conjugar innovación y experiencia, para posibilitar la oferta más completa y competitiva del mercado.

Una oferta que se extiende más allá del seguro de salud, poniendo también a disposición de sus clientes otros como seguros decesos, de accidentes, viaje, dependencia etc. dentro del esfuerzo de diversificación que también inició en 2016, cuando se convirtió en compañía multirramo y en un intento de acompañar a sus clientes con diferentes soluciones a lo largo de la vida.

IMQ se enorgullece de sus raíces y de su singular enfoque a la hora de concebir la medicina y el cuidado del paciente, pero también mira hacia adelante para construir el porvenir, transformándose cada día al compás que dictan la sociedad, el mercado y las demandas asistenciales. La compañía afronta este reto desde una firme voluntad de vanguardia y servicio, ofreciendo una atención omnicanal cercana, accesible y fidelizadora. Todo ello con el propósito de impulsar su continua adaptación, modernización y expansión.

La excelencia constituye un propósito esencial en su estrategia, situando al cliente como eje central de todos sus esfuerzos e iniciativas. Busca dar respuesta a este objetivo a través de un modelo de gestión eficiente, la apuesta por la innovación continuada, la optimización de la experiencia del usuario, la humanización de la atención y el fortalecimiento de la seguridad asistencial y la prevención. Elementos todos ellos que explicarían que cuente con los clientes más fieles del sector con una permanencia media de más de 15 años.

En esa apuesta por la excelencia, IMQ ha ido atesorando también un amplio abanico de acreditaciones y certificaciones de renombre tanto a escala nacional como internacional que dan fe de su posición como referente indiscutible en materia de calidad y seguridad del paciente.

Viene, además, impulsando innovadores servicios digitales para el acceso a la historia clínica electrónica, prescripción digital, videoconsultas y chat médico inmediatos, citas online… posicionándose también como referencia en el campo de la telemedicina. Todo ello sin descuidar la atención presencial que mantuvo en todo momento incluso durante la pandemia en todos sus servicios. 

A todo ello se suma el compromiso que, desde sus inicios, IMQ ha manifestado con el deporte, la cultura o iniciativas solidarias y para la promoción activa de proyectos orientados a fomentar hábitos saludables, respaldar el talento local y favorecer la cohesión social. En definitiva, una compañía que es y se siente parte inherente de la historia, presente y futuro de Euskadi y que contribuye también cada día a su desarrollo socioeconómico y al sostenimiento e impulso del sistema de salud en su conjunto.

Se trata, además, de una compañía sólida y solvente, bien capitalizada y con una importante fortaleza financiera.